La prohibición de tortura y otras formas de tratos crueles, inhumanos o degradantes es absoluta; ninguna persona puede ser sometida a tortura y su práctica no admite ningún tipo de justificación.

La prohibición de tortura y otras formas de tratos crueles, inhumanos o degradantes es absoluta; ninguna persona puede ser sometida a tortura y su práctica no admite ningún tipo de justificación.